Alicia en el país de las maravillas y el Viaje de Chihiro: Las aventuras infantiles son puertas abiertas a la realidad

  



    Se abren paso con diligencia en lo que parece ser el camino de la oscuridad, y el peligro, sin embargo, la mirada infantil provee una visión intrépida de la vida. La valerosidad les caracteriza, y dispuestas se encuentran a completar cada misión, cada aventura con tal de conseguir su objetivo.

    Desde las laderas occidentales, imperaba un nuevo tipo de fantasía “sin sentido” germinando en la creativa mente del escritor y matemático británico Charles Dodgson (Conocido principalmente por su seudónimo Lewis Carroll) con su ampliamente consabida obra “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas” de 1865 así como su posterior producción adepta al fantasioso universo literario, con obras como “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí” y “Jabberwocky” ambas de 1871 hasta los rincones orientales de inicios del siglo XXI, mediante el formato de animación representativo de Japón, el anime llevaba años cosechando éxitos con su primera aparición en 1907.

    Ya en el año 2000, las películas del Studio Ghilbi sobresalían por su encantadora estética, así como entrañables historias que evocaban la eterna imaginación de los infantes. Una de sus obras más difundida y elevada por la crítica y el público general, es el filme “El viaje de Chihiro” la cual, en su consideración por las aventuras enfocadas en el autoconocimiento, comparte elementos y recursos con la historia más representativa de la literatura fantástica.


Una carrera contra el tiempo:




    La afamada obra de Lewis Carroll, destaca por su peculiaridades e ironía. El conejo presume de su falta de tiempo al inicio de la obra, sin embargo, no consigue llegar al lugar acontecido hasta finalizar la obra, además la madriguera de conejo que transporta a Alicia hasta el país de las maravillas, se compone de un profundo hoyo de aspecto interminable. Retumban las inquietudes de Alicia, sobre si algún momento llegará a tierra y si habrá de hallarse al otro extremo del mundo. Por su parte Chihiro dispone de tan solo unos cuantos ápices de tiempo para escapar del misterioso mundo que se aproxima por aparecer.


La misión de encontrarse a uno mismo:




    Los recursos metafóricos son llevados a niveles de fantasía inconcebible en la realidad, sin embargo, la genialidad del escritor Lewis Carroll y del director de Hayao Miyazaki, reside justamente en su capacidad para tejer una delgada línea entre lo real y lo imaginativo. Con astucia utilizan los ambientes, personajes, y actitudes típicas de los relatos infantiles para comunicar sus severas críticas a la sociedad, pudiente y repleta de inconformidades.

    Alicia es cuestionada por la oruga Ossolem, sobre su verdadera identidad, a lo que dudosa de sí misma, recita una y otra vez con temblar en su voz, que desconoce quién es realmente, mientras que las desventuras de Chihiro la llevan a perder su nombre ante Yubata y ser conocida desde entonces como “Sen” que en japonés significa “1000” La cruel acción pone en manifiesto como Yubata ve a sus rehenes como un número más en su larga lista.

    La obra de Lewis Carroll puede contemplarse como una sátira a los rígidos valores tradicionales de la sociedad inglesa. La incomodad insistencia de los personajes porque Alicia se comporte de manera “normal” mientras que ellos actúan de manera disparatada, podría interpretarse como los individuos de la sociedad imponían sus ideas que a menudo podían tacharse de ilógicas y extravagantes; además de representar como los niños ven a los adultos comportarse como “locos” por sus reglas.

    Por el contrario, el viaje de chihiro se interpreta como una oda a los valores tradicionales de la sociedad, la protagonista se ve envuelta en aventuras que la enseñen la importancia de la humildad, la valentía y la compasión, con ciertos destellos de crítica a la cultura del trabajo tan exigente presente en Japón.


Yubaba y la reina roja:




    Los dos antagonistas comparten similitudes gracias a sus prepotentes personalidades con las que desatan sus locuras en cada una de las protagonistas. La reina Roja representa la actitud déspota de un monarca con todo el poder, sin embargo, también hace alusión a la autoridad de los padres que en ocasiones desafía la propia autonomía de los niños. El balneario donde las infinitas almas buscan refugio para descansar de sus penas, apresa a “Sen” mientras a su vez drena su propia identidad, en manos de la despiadada Yubaba, aquellos personajes que no trabajen son convertidos en cerdos; lo que constituye una forma de representación a la avaricia debido al contexto económico que asoló a Japón en los años 80.


Lo vil siempre tiene su contraparte:




    Yubaba y Zeniba, la Reina Roja y la Reina Blanca, hacen claras alusiones a la simbología taoísta del Ying y el Yang, la extendida ideología que compone al universo, donde coexisten ambas fuerzas contrarias y no pueden existir la una sin la otra. En ocasiones se menciona como la maldad y la bondad pueden ser un mismo elemento, que enfocado al mundo fantástico encontraremos a las gemelas del fantástico mundo del Viaje de Chihiro.

    Con una peculiar personalidad, así como cada uno de los personajes que habitan en el maravilloso país, la reina blanca, se muestra más inocente y gentil con Alicia, exponiéndole su hábito mañanero de enumerar seis imposibilidades. Por otra parte, Zeniba, la gemela bondadosa de Yubaba demuestra su simpatía con Sen, compadeciéndose de las dificultades que le ha causado su hermana gemela.


Los alimentos tienen una función mágica:




    En un mundo maravilloso, los alimentos harían su función sin transcurrir mucho tiempo y con efectos claramente visibles. Los recónditos lugares que albergan a Alicia y a Chihiro (Zen) presentan panecillos con características especiales. Como un niño que enfrenta la dura etapa del crecimiento, Alicia prueba un pastelillo con una inscripción que dice “cómeme” y dobla su tamaño en un solo instante, así como posteriormente otro pastelillo la convierte en el tamaño de un ratón, estas exageraciones representan bien como los infantes afrontan las diferentes etapas de la vida.

    Chihiro obtiene un panecillo con propiedades sanadoras, que le permiten salvar la vida de su amigo Haku, así como devolverle su autonomía. La fortaleza que recibe de dichos alimentos se vuelven determinantes en su aventura, así como Alicia habría sido incapaz de comenzar su travesía en el maravilloso lugar que le esperaba de no haberse encogido.


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